Los avances tecnológicos y sociales que se están manifestando rápidamente en nuestro mundo, han revolucionado a los medios, pero no sólo ellos han sido afectados por estas olas de cambios, las audiencias se han adaptado, han transformado su forma de ver, leer y escuchar.
A finales de siglo pasado fue la imprenta la que revolucionó al mundo, llevando aquel papel informativo a las personas, hoy el cambió es brusco, con las famosas y perseguidas redes sociales, páginas web, blogs, periódicos en internet y demás escrituras, no debemos esperar siglos para observar nuevas transformaciones que se dan día con día.
No sé si han reflexionado en el hecho de que cada vez hay menos espacio en los medios, la publicidad abarca gran parte de un diario, la televisión, internet y los espacios informativos cada vez son más estrechos. Por lo que también los informantes hemos tenido que dejar tanta palabrería, metáforas, opiniones improductivas e intentos de protagonismo.
A finales de siglo pasado fue la imprenta la que revolucionó al mundo, llevando aquel papel informativo a las personas, hoy el cambió es brusco, con las famosas y perseguidas redes sociales, páginas web, blogs, periódicos en internet y demás escrituras, no debemos esperar siglos para observar nuevas transformaciones que se dan día con día.
No sé si han reflexionado en el hecho de que cada vez hay menos espacio en los medios, la publicidad abarca gran parte de un diario, la televisión, internet y los espacios informativos cada vez son más estrechos. Por lo que también los informantes hemos tenido que dejar tanta palabrería, metáforas, opiniones improductivas e intentos de protagonismo.
Convertirnos en embudos, filtrando lo que realmente importa. La gente ya no tiene tiempo para leer larguísimos manuscritos, que sólo dan vuelta en la idea principal. Es por esto además que al periodismo le salieron tantas ramificaciones y especializaciones, cada persona a lo suyo; nacional, internacional, economía, judicial, policial, deporte, espectáculo, política y sensacionalismos.
Esto ha acontecido en casi una problemática para la cantidad de periodistas que salen año a año de las universidades; poco espacio y muchos periodistas. Parece una mala combinación. Es como hoy las cárceles, escasas y con muchos presos hacinados dentro.
Esto ha acontecido en casi una problemática para la cantidad de periodistas que salen año a año de las universidades; poco espacio y muchos periodistas. Parece una mala combinación. Es como hoy las cárceles, escasas y con muchos presos hacinados dentro.
Qué podemos esperar para el futuro, lo obvio es más tecnología y nuevos cambios. Pero creo responsabilidad de nosotros, los nuevos reporteros, guiar hacia dónde irá enfocada esta próxima etapa en la revolución de las comunicaciones.
O por lo menos sentar bases para el mañana. Con un periodismo creativo, que saque provecho de la vanguardia en avances, e incentivar a los lectores, televidentes u oyentes a informarse. Y así podemos resolver el problema del escaso espacio de publicación, porque tenemos que dejar de limitarnos con lo que existe ahora. No hay que buscar espacios, hay que crearlos; A menos palabras, más noticias.
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